Residencia Terapéutica Esperanza de Vivir
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Las Drogas y sus Efectos |
QUÍMICOS INHALABLES |
Dentro de este grupo de sustancias pueden
citarse: 1) adhesivos: colas, tolueno, xileno, acetona,
benzoles, benzaldehido; 2) aerosoles-sprays-gases: gases propelentes,
óxido nitroso; 3) cementos plásticos: hexano; 4) solventes de
pinturas y relacionados: petróleo, butano, trementina, aguarrás; 5)
líquidos para limpieza: xileno, benzol, éter de petróleo; 6) anestésicos:
éter etílico puro; 7) combustibles: bencina, naftas; 8) thinner: hidrocarburos
halogenados; 10) vasodilatadores: nitrito de amilo, nitrito de butilo;
y muchas otras más. |
El consumo de estas sustancias presenta graves
problemas sanitarios. Sus consumidores son principalmente marginales, especialmente
niños, aunque la adicción también se da con relativa frecuencia en ciertos grupos
profesionales. Las edades más frecuentes del uso crónico de inhalantes son al
principio o al final de la adolescencia. Esto se debe en parte a la invitación
o presión por parte de los compañeros de escuela y amigos, curiosidad e ignorancia
de los efectos tóxicos e inseguridad personal. Lo más importante es la ignorancia
del problema en la casa y la negación de los padres de que sus hijos puedan
tener este problema. Los motivos del consumo se deben a la curiosidad, aburrimiento,
falta de estímulos, desarraigo y anomia. En el caso de los profesionales, el
contacto habitual con las sustancias puede crear una adicción involuntaria;
la adicción voluntaria es menos frecuente, aunque no excepcional. Generalmente
estos productos son fáciles de obtener y están al alcance del adicto, son muy
baratos, y no precisan de instrumentos para su uso. Asimismo, no es necesario
contactar a un criminal para obtenerlos. Su uso puede hacerse en cualquier lugar,
son fáciles de esconder y difíciles de detectar. Otro factor muy importante
es el desconocimiento de las consecuencias y peligros de su uso.
Estas sustancias se consumen en determinadas
zonas rurales, como así también en ambientes marginales o de bajos recursos,
donde son de las pocas drogas a las que tiene acceso fácil. Ello agrava el problema
de una sustancia legal que es utilizada de forma incorrecta. La adicción a estas
sustancias es el paso previo a otras drogas, llevando situaciones irreversibles.
Esto suele ser desconocido tanto por la familia como por el entorno social,
dado que estas sustancias pasan desapercibidas y no son relacionadas con adicciones.
Hay tres grandes grupos de consumidores: 1) niños y adolescentes de poblaciones
marginadas que consumen en grupo; 2) adultos que acceden al químico por su profesión
o por asociación con grupos de personas con hábitos similares; 3) adultos marginales
que inhalan las sustancias al igual que los niños, pero en solitario. El aspecto
familiar es determinante para entender el fenómeno, habiéndose constatado cómo
los inhaladores también presentan problemas con el alcohol, siendo de una clase
social media baja y baja, y con problemas de abandono familiar.
El uso continuado provoca dependencia psíquica,
creando una situación de necesidad de ingesta similar a otras drogas. A consecuencia
de la rápida distribución por los pulmones, el inicio de la intoxicación es
inmediato. Se relaciona el consumo de estas sustancias con conductas criminales
y autodestructivas. La sensación de euforia primero y aturdimiento después,
habitual con estos tóxicos, conlleva una perturbación psíquica grave que altera
la inteligencia y la percepción. Está acreditado el fenómeno de la tolerancia
respecto de los efectos en el sistema nervioso central, mientras que la dependencia
física es discutida. El nivel de inteligencia disminuye, haciendo frecuentes
los problemas escolares. Se presentan cambios y descuido en la apariencia física,
falta de higiene, falta de atención, alteración de la memoria, disminución de
la capacidad de abstracción y razonamiento, personalidad antisocial, agresividad,
depresión, ataques de pánico, ansiedad y
alucinaciones con trastorno en el juicio crítico y la percepción. Se presentan
ataxia, oraciones incoherentes y precipitadas, diplopia, náuseas y vómitos.
La interrupción de la inhalación, como así también una intensa aspiración, pueden
provocar la muerte.
Son causales de dependencia psíquica, pudiéndose
presentar psicosis tóxicas con daños cerebrales irreparables. Los inhalantes
producen una fácil sugestionabilidad, dándose experiencias alucinatorias colectivas,
lo que da ejemplo de la complejidad de la intoxicación. También provoca sentimientos
paranoides y excitación sexual. Se considera que la embriaguez por inhalantes
es de mayor gravedad que la alcohólica, a pesar que los efectos de la intoxicación
no son muy prolongados.
Uno de los inhalables adictivos más difundidos
es el tolueno,
sustancia presente en cierto tipo de pegamentos para cueros, gomas, cauchos,
corchos, cartones, etc. Es una de las sustancias que mayores trastornos ocasiona,
por lo que en Argentina fue prohibida su venta a menores de edad y se tiende
a su supresión. Se considera que el límite de este tóxico que puede aspirarse
sin sufrir efectos secundarios es de una concentración de la sustancia en aire
de 100/1.000.000. La intoxicación se presenta con 1,5 microgramos, siendo el
cuadro muy grave si llega a 10 microgramos. Los efectos agudos acostumbran a
durar entre 30 y 45 minutos. Las consecuencias psico-perceptivas del consumo
de este tipo de sustancias es alarmante, presentándose cuadros de exaltación,
alucinaciones visuales, auditivas y táctiles, como así también ilusiones catatímicas.
El pegamento plástico y los correctores ortográficos
contienen químicos adictivos, siendo muy utilizados por menores y adolescentes,
habiendo aumentado considerablemente su consumo en los últimos años. En un principio,
las primeras ingestas suponen un estado de euforia o subida del ánimo, pero
tras instalarse la tolerancia que se desarrolla tras semanas o meses los consumidores
habituados deben inhalar varios tubos de sustancia para alcanzar el efecto deseado.
La intoxicación se caracteriza por euforia, excitación, sensación flotante,
vértigo, habla farfullante y ataxia. La inhalación va acompañada de pérdida
de inhibición con sensación de fuerza y capacidad no reales. La intoxicación
otorga agresividad, euforia, exaltación y situaciones violentas, por lo que
se potencian las posibilidades de comisión de delitos, a lo siguen, al igual
que con el alcohol, periodos de amnesia donde el adicto no recuerda absolutamente
nada de lo acaecido durante la intoxicación. En ocasiones aparecen alucinaciones
visuales que pueden llegar a durar varias horas, lo que demuestra su gran potencial
perturbador. Todos ello hace recomendable que padres y docentes realicen un
control y seguimiento en la utilización de pegamentos y correctores ortográficos.
Sígnos y Síntomas
Estos pueden ser muy variados, dependiendo del tipo de sustancia química y de la cantidad inhalada o aspirada. Frecuentemente hay olor o aliento a sustancias químicas, irritación de nariz, labios, boca o piel, manchas de sustancias químicas o pintura en la nariz, boca, manos y/o en la ropa. Los ojos suelen estar enrojecidos, algunas veces con movimientos oculares laterales rápidos involuntarios (nistagmus). Los efectos inmediatos son: mareos, somnolencia, pérdida del equilibrio, falta de coordinación, embriaguez, temblores, alteración de la memoria, falta de concentración, lentitud de movimientos, lenguaje lento e incoherente. Puede seguir un estado de excitación, tensión muscular, aprensión, agitación, irritabilidad, cambios en la presión arterial y ritmo cardiaco. Se presentan cambios de conducta y personalidad, pudiendo presentarse casos de furia histérica y violencia verbal y/o física.
DAÑOS FISICOS
CEREBELO: es el centro de la mayoría de las funciones involuntarias del cuerpo. El abuso severo de inhalantes daña los nervios que controlan los movimientos motores, lo que resulta en pérdida de coordinación general. Los adictos crónicos experimentan temblores y agitación incontrolable.
CEREBRO:
las sustancias inhalables afectan diferentes partes del cerebro, provocando
alteraciones sensoriales y psicológicas. Los estudios indican que estas sustancias
disuelven la capa protectora de mielina que envuelve a las neuronas, dañando
la corteza cerebral y pudiendo derivar en muerte celular (irreversible). Esto
acarrea cambios permanentes de personalidad, pérdida de la memoria, alucinaciones
y problemas de aprendizaje.
CORAZON:
el abuso de inhalantes puede resultar en "Síndrome de Muerte Súbita por
Inhalantes". Las dos sustancias que más frecuentemente han causado estas
muertes son el tolueno y el gas butano. El gas freón interfiere en el ritmo
natural del corazón, causando paro cardíaco. Los nitratos de amilo y butilo
también afectan el ritmo cardíaco.
HÍGADO:
los compuestos halogenados, como el tricloroetileno (presente en pinturas en
aerosol y correctores escolares líquidos) causan daño permanente a los tejidos
hepáticos.
MEDULA OSEA:
se ha probado que el benzeno, componente de las naftas y gasolinas, causa leucemia.
MÚSCULOS:
el abuso crónico de inhalantes causa desgaste de músculos, reduciendo el tono
y su fuerza.
NERVIOS CRANEALES, ÓPTICOS Y ACÚSTICOS: el tolueno atrofia estos nervios,
causando problemas visuales y pobre coordinación de los ojos. Además, destruye
las células que envían el sonido al cerebro. Ello deriva en graves posibilidades
de cegueras y sorderas.
NERVIOS PERIFERICOS:
Inhalación crónica de oxido nitroso (propelente) y el hexano (presente en algunos
pegamentos y combustibles) resulta en daño a los nervios periféricos. Los síntomas
incluyen: adormecimiento de extremidades, calambres y parálisis total.
RIÑONES:
el tolueno altera la capacidad de los riñones para controlar la cantidad de
ácido en la sangre. Este problema es reversible cuando el consumidor no es crónico
y el tolueno deja el cuerpo, pero con el uso repetido puede derivar en litiasis
e insuficiencia renal.
SANGRE:
Algunas sustancias como los nitritos y el cloruro de metileno (thinner de pintura),
bloquean químicamente la capacidad de transportar el oxigeno en la sangre.
SISTEMA RESPIRATORIO: la inhalación repetida de pinturas en aerosol resulta en daño pulmonar. Casos de asfixia se han reportado cuando la concentración de solvente desplaza totalmente el oxigeno en los pulmones. Además se presentan graves irritaciones en las mucosas nasales y tracto respiratorio. Muchos químicos inhalables son potentes agentes causantes de cáncer.
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