Residencia Terapéutica Esperanza de Vivir
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Las Drogas y sus Efectos |
BARBITÚRICOS Y SEDANTES |
La síntesis del primer barbitúrico se sitúa
en 1863, habiendo en la actualidad más de 2.500 derivados de esta sustancia.
El barbital o dietil-barbitúrico fue comercializado en 1903, teniendo
gran difusión años después. Estas sustancias provocan una dependencia
física y psíquica, así como tendencia a aumentar el consumo por el grado
de tolerancia que poseen. Los sujetos con base neurótica son los más predispuestos
a la dependencia de esta sustancia, al desear aliviar la ansiedad que
sufren. La mortalidad por sobredosis es elevada, siendo el tipo de fármaco
más usado para el suicidio. El consumo simultáneo con alcohol es frecuente,
creando interacciones potenciadoras de los efectos de ambas drogas, caracterizadas
por trastornos en la coordinación psicomotriz y por el descenso del nivel
de conciencia. A grandes dosis pueden presentarse cuadros comparables
al "delirium tremens" del alcohol.
Determinados toxicómanos consumen esta sustancia
en unión de otras como alcohol, café o anfetaminas, llegando a situaciones
de perturbación psíquica y física muy importantes y afectando muy notoriamente
el autocontrol. La dependencia aparece después de varios meses de haber
ingerido dosis diarias, aunque depende del tipo de barbitúrico. El consumo
continuado durante años llega a cambiar la personalidad, transformándola
en más irritable, depresiva, y comporta pérdida de memoria y concentración.
Con el tiempo los síntomas van instalándose en el sujeto pudiendo quedar
una obnubilación mental permanente. En fases muy avanzadas aparecen crisis
crepusculares, desorientación y alucinaciones que remiten en varios días
tras disminuir o abandonar el consumo pero que pueden extenderse hasta
dos meses.
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